Estuvimos en Cayo Largo en el mes de julio (2016) y visitar ese islote de Cuba fue una preciosa experiencia para todos. Sus playas son idílicas, parecen de película y lo mejor de todo es que muchas de ellas son casi vírgenes. Basta alejarse unos metros de los accesos a las playas para encontrarse con lugares desiertos, kilómetros de arena blanca y mar turquesa vacíos, un lujo que no se encuentra en cualquier parte del mundo. El día que las “masas de turistas” lo descubran sus precios van a ser imposibles y seguramente este rincón del caribe, pierda su gran encanto. Todavía están a tiempo, es el momento de animarse a ir.

Aquí, mis imperdibles para disfrutar con niños:

Paseo en barco  Fue uno de los grandes planes del viaje y surgió de manera improvisada. Ese día el “plan” era hacer un picnic en playa Serena y disfrutar de los baños y el sol. Mientras que nos acomodábamos en la arena, se acercó un hombre y nos ofreció hacer un paseo en barco hasta uno de los arrecifes de corales. El precio era muy tentador y lo mejor era que íbamos solos, algo que no es menor cuando viajamos con niños, podíamos elegir los tiempos y volver cuando los pequeños estuvieran cansados.

Anduvimos unos 40 minutos por aguas cristalinas, escoltados por gaviotas que se acercaban a la lancha cada vez que sacábamos algo de comer. Fue increíble, los niños alucinaron con esa escena que se repitió varias veces durante el trayecto.

Hacer snorkel No se pueden perder esa experiencia en Cayo Largo, realmente vale la pena, abajo del mar encontramos “otro mundo”, colorido e inigualable!. Fue una experiencia muy disfrutable para todos. Los niños se zambulleron al mar y no había forma de hacerlos volver, estaban fascinados!.

Picnics en la playa En el hotel nos prestaron una sombrilla y una heladerita que llenábamos con bebidas y frutas para hacer picnics y salir a recorrer las distintas playas, fue muy divertido. En Cayo largo es muy simple encontrar playas desiertas y para nosotros, no hay nada más lindo que alejarse un poco del tumulto de gente y sentir que la playa es nuestra!.

Caminatas entre zambullidas y baños inolvidables Caminar por playa es uno de nuestros planes preferidos del verano y hacerlo por las arenas blancas de Cayo Largo, fue un gran placer, hay muchas playas,  basta caminar unos pasos para encontrar rincones paradisíacos.

Sentir el silencio y el ruido del mar Las noches en Cayo Largo también son muy disfrutables. Es un buen momento para sentir el silencio y el ruido del mar. Vale la pena tomarse un ratito para sentarse a mirar el cielo y escuchar los sonidos de la noche.

Divertirse con la naturaleza En Cayo Largo los niños podrán experimentar unas vacaciones alejados de la tecnología y eso, a mí que reconozco que soy bastante anti pantalla, me encantó. Me fascina ver a los niños jugando con su imaginación, son capaces de tantas cosas!. En esos días jugaron con muñecos de cocos, contaron estrellas de mar, buscaron caracoles, tiraron piedritas al mar, persiguieron cangrejos, dibujaron sobre la arena y se divirtieron como nunca.

Y  para terminar: Disfrutar de estar juntos, alejados del mundo y desconectados!

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