Una de las cosas que me preocupaba de viajar con los niños a Cusco y Machu Picchu era cómo les iba a afectar la altura. En la región andina de Perú la altura varía entre los 1800 y hasta 6000 metros sobre el nivel del mar dependiendo del pueblo, ruina o montaña que quieran visitar.

Descubrir esa zona de Perú con niños es una experiencia inolvidable, pero antes de viajar con los pequeños de la familia hay algunos consejos que conviene seguir. El mal de altura, “soroche” o “apunamiento” es básicamente un malestar físico que se siente en lugares con una altura muy elevada del nivel del mar y se produce por la disminución porcentual de la concentración de oxígeno y la disminución gradual de la presión atmosférica.

Lo más común es que el mal de altura se manifieste después de los 3500 metros, aunque puede llegar a aparecer a partir de los 3000 m. En la mayoría de los casos sólo provoca algunos síntomas como dolor de cabeza, cansancio y una pequeña ansiedad provocada por la dificultad que se siente al respirar. Generalmente las manifestaciones se superan luego de unas horas o al día siguiente de estar en la altura y los síntomas empiezan a disminuir hasta que  prácticamente desaparecen.

Contrariamente de lo que imaginamos, una pediatra amiga nos explicó que a los niños la altura  les afecta menos que a los adultos. Y realmente en nuestro caso fue así, los niños pasaron muy bien y casi sin  síntomas. Hubo momentos, en los que se quejaron un poco del dolor de cabeza o de estar mareados en el auto, sobre todo el día que estuvimos en la localidad de Chinchero (3780m.) pero se les pasó al poco rato.

Hay algunos consejos que nos dieron y nosotros los seguimos:

 

  • El primer día no hacer esfuerzo físico, es difícil que los niños se queden quietos, pero por lo menos que no corran demasiado, ni suban y bajen escaleras.
  • Tomar mucha agua para mantener el organismo hidratado. Esto lo hicimos durante toda la estadía por la región.
  • Comer liviano, una buena alimentación favorece la aclimatación.
  • Caminar despacio y parar si se sienten cansados.
  • Los dulces son buenos para el mal de altura, es recomendable tener algún caramelo guardado para los niños por si aparece algún síntoma.
  • Tomar un mate de coca o mascar la hoja es el mejor remedio natural y ayuda a combatir el mal de altura. Los niños pueden tomarlo.
  • La muña es otra planta que se utiliza mucho en la región andina para combatir el mal de altura, es buena para malestares estomacales, mareos y dificultades para respirar. Es común ver a las indias en Cusco ofreciendo a los turistas ramos de esta planta para que las froten en sus manos y luego las inhalen. Ese método lo utilice con el pequeño de 21 meses el primer día en Cusco.
  • Hay remedios, como por ejemplo el “soroche pills”, que se consigue en las farmacias así como también en el aeropuerto de Lima. En nuestro caso sólo los adultos las usamos cuando sentíamos algún síntoma.
  • Antes de viajar a un lugar de altura lo mejor es consultar al pediatra de los niños para estar bien informado. Lo más seguro es que a los pequeños no les pase nada, pero hay que saber que si presentan síntomas como sangrado en la nariz, vómitos, vértigos o dolores fuerte de cabeza lo mejor es comunicarse con el seguro de salud para que lo puedan observar.

Apunten las recomendaciones y disfruten del viaje con los niños!.