pueblos norte argentino con niños

Se vienen las vacaciones de setiembre y muchos de ustedes planean visitar nuestro país vecino. El norte argentino es una buena opción para los que buscan viajar a un destino diferente o no tan clásico, a pocas horas de vuelo. Precios económicos, cercanía, paisajes maravillosos, gastronomía típica y rústicas, pero al mismo tiempo encantadoras propuestas hoteleras. Si aún no elegiste destino,esta nota es para ti, todavía estás a tiempo de improvisar.

Aquí tres pueblitos de Jujuy que no podes dejar de visitar…

Viaje a Purmamarca con nños

PURMAMARCA
En este pintoresco pueblo comienza la célebre Quebrada de Humahuaca, con sus deslumbrantes formaciones rocosas y su paleta de colores que cambia constantemente sin dejar de sorprender. Purmamarca es conocido por su famoso Cerro de los Siete Colores, allí además, encontrarán casas de adobe, encantadoras posadas, algunos restaurantes y un precioso mercado que se arma todos los días en la plaza principal con sus coloridas alfombras y otras artesanías tejidas. Este pueblo es un buen punto de partida para visitar los principales atractivos de la provincia. 

Además de realizar el paseo por el famoso Cerro, que es accesible para hacer con niños, una de las cosas más divertidas que hicimos fue el Camino de los Colorados, un original circuito de cerros de color arcilla que rodean al cerro de los siete colores. Mis hijos treparon, corrieron, subieron y bajaron sin parar hasta dejar toda la ropa colorada. Almorzamos en el restaurante del hotel La Comarca, un lugar precioso para disfrutar del sol y del silencio del lugar. Está un poco alejado del centro, pero vale la pena conseguir lugar en su terraza, ¡tiene una vista privilegiada!.

TILCARA
Nosotros nos quedamos en este pueblo y lo usamos de base para recorrer la Quebrada de Humahuaca. Es más grande y un poco menos turística que su vecina Purmamarca, pero también se pueden encontrar buenos restaurantes, algunas posadas encantadoras y una feria de coloridas artesanías que se arma diariamente en su plaza principal. Nos quedamos en la “Posada de Luz” y fue una muy buena opción para una familia con niños, sus habitaciones comunicadas son cómodas para cinco personas. Lo más lindo son sus terrazas que dan al jardín con juegos infantiles y preciosas vistas al valle. A mis hijos lo que más les gustó fueron las dos llamas que ofician de “corta pasto”, las tres mañanas que estuvimos en Tilcara se divirtieron trasladándolas de un lugar a otro del jardín. En Tilcara hay un par de paseos que vale la pena hacer. Uno es la visita al Pucará, un fuerte prehispánico reconstruido que se encuentra en un punto alto desde donde se pueden apreciar hermosas vistas del valle y del pueblo. Otras de las actividades que hicimos en Tilcara fue una caminata de 4 kilómetros que nos llevó hasta la Garganta del Diablo, un recorrido rodeado de impresionantes montañas que termina en una bonita cascada. Es un paseo muy disfrutable y sin grandes dificultades para hacer con niños, conviene llevar algún zapato de trekkig para no resbalar.
Otro paseo que nosotros no hicimos por falta de tiempo, pero me lo recomendaron para los niños fue la “Caravana de llamas” en el que se pueden recorrer senderos de la zona con diferentes grados de dificultad, acompañados a pie por las llamas.

HUMAHUACA
Con sus calles de adoquines y sus bonitas plazas, el último pueblo importante de la Quebrada de Humahuaca, es el más auténtico y menos turístico de los tres. Quizás, es también el menos recomendable para ir con niños por la altura. Humahuaca se encuentra a tres mil metros sobre el nivel del mar y la altura se siente más que en los pueblos vecinos. Desde Humahuaca se accede al Hornocal, el famoso cerro de 14 colores, nosotros fuimos en auto por nuestra cuenta y nos llevó alrededor de 45 minutos. La ruta es de ripio, tiene algunas curvas y partes con precipicios, pero con cuidado realmente vale la pena hacerlo, es una maravilla. Les recomiendo especialmente llegar a Humahuaca un poco antes de medio día, porque todos los días a las 12, desde la torre del reloj del Cabildo se abre una ventana con la imagen de San Francisco que sale a bendecir a todos los presentes. Es un momento entrañable, que se acompaña por una música de fondo que suena en toda la plaza, traten de llegar a tiempo, quedará en el recuerdo de toda la familia.

¿Y a ti, cuál te gustaría visitar? 

Aquí podes seguir leyendo sobre nuestro viaje al Norte Argentino.