Estamos a un mes de las vacaciones de julio y muchos de ustedes ya sueñan con la playa, el calor y los días sin rutina. Cada vez más familias optan por comprar pasajes, armar su propio itinerario y elegir hoteles por su cuenta. Cuando viajamos con niños, la elección del hotel es importante y encontrar uno que nos asegure unas vacaciones descansadas, no siempre es sencillo. Si estás buscando a dónde ir con niños en la Riviera Maya, esta nota te va interesar.
El año pasado estuvimos en México y en la mitad del viaje tomamos unos días de descanso en el hotel Barceló Maya Beach Resort, cerca de Playa del Carmen. Fue una elección acertada y muy recomendable para ir con niños, el hotel tiene todo para descansar y disfrutar en familia. Aquí te cuento todo lo que hay para hacer.
BUENA UBICACIÓN El enorme complejo, de cinco hoteles diferentes de la cadena Barceló, se encuentra en la paradisíaca playa de Xpu-há, a menos de 30 kilómetros de Playa del Carmen y a 40 kilómetros de Tulum. Tiene la ventaja de estar en un lugar estratégico dentro de Quintana Roo, muy cerca de las mejores playas, los principales parques de atracciones y cenotes de la zona.
HABITACIONES PARA FAMILIAS. El hotel cuenta con habitaciones espaciosas pensadas para familias, nos alojamos en una junior suite de 53 metros cuadrados, con dos camas dobles y dos simples en un espacio separado. En nuestra familia somos cinco y muchas veces resulta difícil conseguir habitaciones amplias y cómodas para todos.
PRIMERA LÍNEA DE LA PLAYA. Este es un punto fundamental cuando viajamos con niños, si bien la mayoría de los resorts de la Riviera Maya, están situados en la primera línea, hay algunos en los que sus instalaciones están alejadas del mar. El Barceló Maya Beach se encuentra rodeado de un entorno paradisíaco, cuenta con varios kilómetros de playas de aguas cristalinas, palmeras y arena blanca que se pueden disfrutar desde los restaurantes, las piscinas y los espacios comunes. El lugar es soñado, pero tengan en cuenta que en el mes de julio u otras temporadas altas, todos estos hoteles están colmados de gente y aunque tienen gran infraestructura y están preparados para albergar muchos huéspedes, la imagen del paraíso solitario deja un poco que desear.
PLAYA PARADISÍACA. Este punto para nosotros es fundamental, hay muchos all inclusive que ofrecen buenas piscinas, excelente gastronomía e infinitos servicios, pero no cuentan con una buena playa para familias. El Barceló tiene una playa espectacular, amplia, con rocas en los extremos, agua cristalina y arena bien blanca. Una tarde, después de recorrer varias playas y de hacer snorkel en diferentes lugares, llegamos al hotel, mis hijos se zambulleron al mar y encontraron más de diez tortugas gigantes nadando a su alrededor. Fue increíble, no habíamos visto nada parecido en ninguna de las otras playas más vírgenes!.
MINICLUB y ACTIVIDADES. En el hotel hay programas diarios con actividades para niños de todas las edades, la verdad es que mis hijos no lo usaron, porque nosotros hicimos muchos programas afuera y los ratos que estuvimos en el hotel disfrutaron sin parar de la playa, las piscinas y el parque acuático. Pero todos los días nos llegaba una amplia oferta de actividades tentadoras para niños y familias. También hay espectáculos nocturnos, teatros y un delfinario donde se pueden contratar actividades con los delfines. Hay un gran spa que ofrece gran variedad de tratamientos, sauna, gimnasio, distintas opciones de relax y un spa para niños.
PARQUE ACUÁTICO. Tener un parque acuático en el hotel, con toboganes, puentes colgantes y barcos piratas para jugar no puede ser más divertido. El peligro de esto es que va a ser difícil convencer a los niños de salir a conocer otros lugares, porque no hay nada más tentador para ellos que pasar las vacaciones en el agua!. Los cinco hoteles cuentan con pequeños parques con juegos de agua, pero además hay un gran parque acuático “Pirates Island” con toboganes enormes, piscina con olas y atracciones acuáticas para todas las edades al que se accede desde el hotel y tiene un costo aparte.
TODO INCLUIDO. Ir a un all inclusive con niños tiene muchas ventajas, si bien a primera vista el precio puede parecer caro, en muchos casos termina resultando más económico. La realidad es que en estos hoteles está todo incluido y no hay por qué gastar más dinero del previsto. En este all inclusive en particular, la oferta gastronómica es amplia, hay bares abiertos todo el día con comida para todos los gustos, algo que juega a favor de los que nos gusta salir del hotel y conocer otros lugares. En más de una oportunidad cenamos y luego salimos de noche a visitar la famosa Quinta Avenida de Playa del Carmen, o almorzamos temprano y nos fuimos a recorrer otras playas.
Hasta hace unos años, la idea de viajar a un all inclusive me resultaba poco atractiva, incluso hoy en día no soy partidaria de viajar para quedarme quieta en un hotel, pero reconozco que con tres niños tener todo resuelto, contar con actividades divertidas todos los días y un parque acuático dentro del propio hotel, es práctico, descansado y termina siendo muy tentador.