Holbox es una isla paradisíaca que se encuentra a solo diez kilómetros de la costa norte de la Península de Yucatán, justo donde el Golfo de México se une con el Mar Caribe. Es un muy buen lugar para ir con niños, allí podrán disfrutar de playas tranquilas con arena blanca y cristalinas aguas de mar.

Llegamos a Holbox luego de estar unos días en la península de Yucatán y ni bien bajamos del barco, sentimos un aire de paz. Habíamos estado en Xpuxa, una zona cercana a playa del Carmen, desde donde visitamos las principales playas. Todas tienen el encanto y la belleza del Caribe, aunque en el mes de julio tienen la desventaja de estar saturadas de turistas. Quizás por eso, llegar a Holbox fue como encontrar la salvación.

Con esto no quiero decir que Holbox esté vacío, pero sí encontrarán 43 kilómetros de playas con arena blanca, mar turquesa, limpias y con poca gente. Incluso algunas de ellas casi vacías e inexploradas. Obviamente que todo es cuestión de gustos, el ruido y movimiento de turistas también puede tener su encanto, pero nosotros en ese momento buscábamos paz y en Holbox la conseguimos.

En Holbox no hay autos, los medios de transporte son bicicletas o carritos de golf que pueden alquilarse para uso personal o como taxis. Las calles son de arena y la mayoría de los hoteles son pequeños, amigables con el medio ambiente y con el entorno que los rodea.

Hay distintas opciones de alojamiento, lo ideal es elegir una posada sobre la playa, porque en Holbox no hay mucho más para hacer que no sea playa.

Nosotros optamos por alojarnos en Palapas del Sol, frente a una de las mejores zonas de la playa. Decorados con estilo estilo mexicano, los dormitorios se encuentran alrededor de un patio central con una piscina por donde se accede al resto del hotel. Todos tienen una pequeña terraza y hamacas para descansar y disfrutar del lugar.

La mayoría de la gente visita la isla por el día, quizás por eso el momento más encantador es cuando se van los últimos barcos y comienzan a encenderse las lucecitas de las posadas.

Estuvimos sólo dos noches en Holbox y mis hijos volvieron encantados con ese lugar tan diferente. Durante los dos días alquilamos un carrito de golf y nos movimos por toda la isla a través de ese medio. Hay un pequeño centro con restaurantes, bares, tiendas de ropa y artesanías para recorrer de noche.

Holbox todavía mantiene ese aire mágico y secreto de los lugares que no están demasiado invadidos por el turismo. Si tienen ganas de conocer esta isla, no lo duden, a los niños les va a encantar. Recorran sus playas sin prisa, zambúllanse en el mar hasta el cansancio, disfruten de los atardeceres en la playa, el color del cielo se vuelve increíble al ponerse el sol. Diviértanse haciendo paddle surf en ese mar tranquilo, alquilen un carrito de golf, busquen los flamencos y piérdanse por las playas paradisíacas de la isla.

De todo eso se trata Holbox.
¿Ya están armando las valijas?

Datos viajeros:

* Holbox se encuentra a 145 kilómetros de Cancún, ubicada en el estado de Quintana Roo.

* A Holbox se pude llegar en ferry desde Chiquilá. La duración del viaje es de 30 minutos y los ferris salen cada media hora. Hay dos compañías que hacen el trayecto. Por el mismo precio también se puede viajar en un barco de pescadores, pero seguramente el recorrido sea más movidito.

*En Chiquilá hay varios estacionamientos en los que se puede dejar el auto. La mayor parte de ellos son casas de familias que usan sus fondos para estacionar vehículos. Nosotros dejamos el auto en una casa frente al puerto y funcionó muy bien.

*Uno de los principales atractivos de la isla es nadar con el tiburón ballena, julio y agosto son los mejores meses para hacerlo, pero a nosotros no pudimos hacerlo. Llegar hasta el lugar donde se ve, te lleva alrededor de tres horas de barco de ida y tres de vuelta. No quisimos perder casi todo el día en la excursión y nos pareció que el más chico de mis hijos (2 años) era demasiado pequeño para una aventura de ocho horas en barco.

*Otra de las actividades más conocidas de Holbox en ese período es el tour de la bioluminiscencia, un fenómeno en el que en la orilla del mar, el agua se ilumina cuando algunos microornanismos chocan con las olas. Solamente es visible cuando hay oscuridad total y no hay luna llena.

*Otro atractivo son los flamencos en el mar. Para verlos hay tours, nosotros fuimos por nuestra cuenta en un carrito de golf  alquilado. Hay que llegar a “Punta Mosquito”, es muy sencillo acceder hasta el lugar.